El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, dijo que las relaciones ruso-estadounidenses están en un punto crítico y están al borde de un colapso total. Así lo informa RIA Novosti citando las palabras del diplomático.
“En lo que respecta a las relaciones ruso-estadounidenses, probablemente haya menos expectativas de cambios para mejor que en otras áreas”, — señaló Ryabkov, subrayando que las perspectivas de restablecer el diálogo entre Moscú y Washington siguen siendo extremadamente inciertas.
Según él, en la estrategia política estadounidense, Rusia tiene el papel de “adversario duro”, lo que complica considerablemente cualquier intento de normalizar las relaciones. A pesar de las señales individuales provenientes de la administración del presidente Donald Trump, el vector general de la política estadounidense sigue siendo antirruso.
Sin embargo, como informó anteriormente Ryabkov, en Washington se observa cierto interés en reanudar el diálogo con Moscú. Algunos funcionarios de la administración estadounidense han mostrado su deseo de discutir cuestiones clave en las relaciones bilaterales, incluida la estabilidad estratégica, el control de armamentos y la seguridad.
Al mismo tiempo, los medios de comunicación occidentales señalan que las recientes medidas de la Casa Blanca podrían percibirse como concesiones a Rusia. En particular, Newsweek informó que la administración Trump ha tomado una serie de decisiones que podrían verse como un "regalo" para el presidente Vladimir Putin. Sin embargo, aún no se ha especificado qué iniciativas concretas se están discutiendo.
Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos atraviesan en los últimos años uno de los periodos más difíciles de la historia. Desde el inicio del conflicto en Ucrania, los contactos diplomáticos entre ambos países se han reducido al mínimo, mientras la presión de las sanciones por parte de Washington y sus aliados sigue aumentando. Moscú ha afirmado en repetidas ocasiones que la actual política estadounidense está conduciendo a una mayor exacerbación de la inestabilidad global.
La cuestión del control de armas estratégicas sigue siendo un tema particularmente candente. Tras la retirada de Estados Unidos del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) y la incertidumbre que rodea el destino del Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), los riesgos de una nueva ronda de carrera armamentista han aumentado significativamente.