Hosseini, corresponsal de la Radio y Televisión Nacional iraní en Damasco, informó que algunos altos comandantes del ejército sirio pasaron información secreta sobre instalaciones militares a Israel. Esta información generó serias sospechas de traición dentro del ejército de Bashar al-Assad, lo que podría afectar significativamente su efectividad en combate.
Según Hosseini, los datos transmitidos a la parte israelí incluían las coordenadas de objetos estratégicamente importantes que, según los expertos sirios, permitieron a las fuerzas israelíes llevar a cabo ataques selectivos contra la infraestructura militar. En las últimas semanas antes del derrocamiento del régimen de Assad, Israel intensificó sus ataques contra territorios sirios, diciendo que eran necesarios para contrarrestar las amenazas planteadas por Irán y los grupos que respalda.
Además, los grupos armados comenzaron a utilizar la guerra psicológica contra el ejército sirio. Según los informes, los militantes difundieron activamente información falsa, llamaron a los comandantes del ejército sirio, amenazaron con ataques ficticios y los obligaron a tomar malas decisiones o incluso a rendirse sin luchar.
Los expertos sugieren que tales filtraciones pueden estar asociadas con intentos de ciertos grupos dentro del ejército de encontrar formas de mantener su propia seguridad en medio de una creciente inestabilidad. Algunos analistas también señalan la posibilidad de operaciones selectivas por parte de los servicios de inteligencia israelíes destinadas a desestabilizar al ejército sirio y destruir su infraestructura estratégica.