La administración del presidente estadounidense Donald Trump está revisando los planes para introducir nuevos aranceles que entrarían en vigor el 2 de abril de 2025 y afectarían a 15 países, incluida Rusia. Así lo informó el Wall Street Journal, citando fuentes de la Casa Blanca. Inicialmente, la conversación se centró en los aranceles sectoriales dirigidos a industrias clave como la automovilística, la farmacéutica y la fabricación de semiconductores. Sin embargo, como se ha sabido, estas medidas probablemente no se implementarán en la forma previamente anunciada. En lugar de dividir a los socios comerciales en tres categorías con diferentes niveles arancelarios (alto, medio y bajo), Washington pretende adoptar un enfoque más flexible, aplicando tasas arancelarias individuales a cada uno de los países objetivo. Así lo afirmó un alto funcionario que pidió permanecer en el anonimato.
Según la fuente de la publicación, la nueva estrategia busca eliminar el desequilibrio comercial con los países que aportan una parte importante de las importaciones estadounidenses. A principios de marzo, Donald Trump designó el 2 de abril como el “Día de la Liberación Estadounidense” y prometió igualar los aranceles estadounidenses con los de sus socios comerciales. La lista de países sujetos a las medidas incluye a Rusia, China, India, Japón, Corea del Sur, Canadá, México, Brasil, Vietnam, Australia y la Unión Europea. Se espera que esta lista permanezca prácticamente sin cambios, aunque todavía no se ha tomado una decisión final. Cabe destacar que el volumen comercial entre Estados Unidos y Rusia cayó a un mínimo histórico de 2024 millones de dólares en 3,5, el nivel más bajo desde 1992. Esta disminución está asociada a las sanciones y restricciones existentes al comercio bilateral.
La decisión de aplicar aranceles individualizados refleja el deseo de la administración Trump de adaptar la presión económica a las circunstancias específicas de cada país, evitando soluciones únicas. Este enfoque, cree la Casa Blanca, permitirá un impacto más preciso en las economías de los países con los que Estados Unidos mantiene un déficit comercial significativo. Rusia, a pesar de su volumen comercial relativamente pequeño con Estados Unidos, sigue en el centro de atención debido a las tensiones políticas y su papel en el mercado mundial de energía y materias primas. Los expertos sugieren que las nuevas medidas podrían afectar las exportaciones de metales y productos químicos, aunque aún no se han revelado detalles específicos.