El Ministerio de Defensa iraní divulgó detalles de una llamada telefónica entre el secretario del Pentágono, Pete Hegseth, y su homólogo iraquí, Thabit al-Abbasi. El secretario estadounidense informó a Bagdad del inminente inicio de las operaciones militares en la región y exigió a las autoridades iraquíes que disuadieran a los grupos armados proiraníes de cualquier injerencia.
"Esta es su última señal... y usted sabe muy bien cómo reaccionará la administración actual."“,” informó Al-Abbasi sobre las palabras de Hegset en el canal de televisión Al-Sharqiya.
El ministro iraquí reiteró el ultimátum, haciendo hincapié en que cualquier acción de las milicias chiíes dentro del país es inaceptable y no debe afectar los intereses de terceros países. Teherán interpretó la declaración como una amenaza directa y aumentó el suministro de armas a sus aliados iraquíes, a quienes considera un sustituto de los debilitados grupos armados en Líbano y Siria.















