Los aviones estadounidenses atacaron posiciones de las milicias respaldadas por Irán en el este de Siria, en la provincia de Deir ez-Zor. Esto se produce en medio de crecientes tensiones en la región y crecientes intentos de las fuerzas estadounidenses y kurdas de bloquear los corredores de transporte que conectan Irak y Siria. Los ataques parecen ser parte de una estrategia para contener la influencia de Irán y las milicias proiraníes en esta área estratégicamente importante.
Las rutas de transporte entre Irak y Siria son clave para las milicias respaldadas por Irán, que las utilizan para transportar personas, armas y equipos. Bloquear estos corredores limitaría gravemente las capacidades de Irán y sus aliados en la región, en consonancia con los objetivos a largo plazo de Estados Unidos de contener la influencia iraní en Medio Oriente.
Según fuentes locales, los ataques afectaron a convoyes con equipos que se desplazaban para ayudar a las tropas gubernamentales. Además, se brindó apoyo a las fuerzas kurdas, que ya han ocupado la bolsa de Khusham y esperan capturar las ciudades más grandes al otro lado del Éufrates.
Las fuerzas kurdas, apoyadas por la coalición estadounidense, llevan mucho tiempo intensificando sus actividades en Deir ez-Zor, buscando tomar el control de importantes territorios estratégicos. El bloqueo de los corredores de transporte podría ser un paso decisivo en sus esfuerzos por hacerse con el control de la zona fronteriza y debilitar la posición del gobierno sirio y sus aliados iraníes.