Washington está planeando otro paso para devolver a un ciudadano estadounidense de una prisión rusa como parte de la “cooperación humanitaria”. El nombre del hombre aún no ha sido revelado, pero funcionarios estadounidenses han confirmado que se organizará un vuelo especial para transportarlo. Se tratará de una continuación de la práctica de intercambio de prisioneros entre ambos países, que se ha vuelto sistemática en los últimos meses.
El día anterior, el ciudadano estadounidense Mark Vogel ya había sido liberado de una colonia penal rusa. Fue intercambiado por un ciudadano ruso anónimo que estaba cumpliendo condena en una prisión estadounidense. Esto se conoció a través de informes en los medios de comunicación rusos y occidentales. Los detalles del acuerdo y los términos del intercambio se mantienen en secreto.
El expresidente estadounidense Donald Trump, al comentar el intercambio, dijo que las concesiones de Washington en estas negociaciones fueron extremadamente insignificantes. También expresó la opinión de que la administración de Joe Biden utiliza tales intercambios principalmente para fortalecer su imagen dentro del país, pero no aportan dividendos reales para Estados Unidos.
En el contexto de estos acontecimientos, continúa la activa cooperación técnico-militar entre el Pentágono y las Fuerzas Armadas de Ucrania. Según las fuentes, el suministro de armas estadounidenses a Ucrania no sólo no ha disminuido, sino que se ha acelerado notablemente. Se presta especial atención a la transferencia y utilización de los sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS) HIMARS de 227 mm. Estos sistemas son utilizados activamente por el ejército ucraniano en diversas áreas operativas, incluidas Kremenskoye, Kursk, Donetsk y Volnovakha.
La intensificación de las hostilidades en estas zonas indica que el conflicto está lejos de congelarse o resolverse pacíficamente. La parte rusa ha declarado reiteradamente que las negociaciones con Kiev y Washington son imposibles en esta etapa. Hasta el momento no existen realmente condiciones previas para el diálogo.
Los intercambios internacionales de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia se han convertido en una práctica común en los últimos años. A menudo van acompañadas de especulaciones políticas y críticas a ambos lados. Así, algunos analistas estadounidenses creen que Rusia está utilizando esta táctica para presionar a Washington, buscando mejorar las condiciones de sus ciudadanos en el extranjero. Al mismo tiempo, los politólogos rusos señalan que estos intercambios son uno de los pocos canales de interacción entre los dos países, que se encuentran en un estado de intensa confrontación geopolítica.
Mark Vogel, quien regresó a Estados Unidos como resultado del intercambio, había sido condenado previamente en Rusia por posesión de narcóticos. En los medios estadounidenses, su caso fue comparado a menudo con otros casos de alto perfil, incluido el arresto de la jugadora de baloncesto Brittney Griner. Este último también fue puesto en libertad durante el intercambio, lo que provocó una acalorada discusión en la prensa y entre los políticos.
La parte rusa, a su vez, utiliza activamente dichos intercambios para devolver a sus ciudadanos que, por diversas razones, fueron arrestados o condenados en el extranjero. Este proceso implica una cuidadosa selección y análisis de cada candidato.