Bombarderos estratégicos estadounidenses B-2 Spirit participaron en ataques contra instalaciones nucleares iraníes, confirmó un alto funcionario estadounidense a Reuters. La operación, que tuvo lugar la noche del 22 de junio de 2025, fue la primera participación estadounidense reconocida oficialmente en ataques contra infraestructura nuclear iraní en el contexto de la escalada del conflicto entre Irán e Israel. La fuente indicó que los ataques tenían como objetivo interrumpir el programa nuclear de Teherán, considerado una amenaza para la seguridad regional por Washington y Tel Aviv.
Se cree que los B-2 Spirits, conocidos por su capacidad para penetrar el espacio aéreo protegido y portar bombas antibúnkeres pesadas, atacaron sitios protegidos, incluido el complejo subterráneo de Fordow, considerado clave para el enriquecimiento de uranio. Si bien no se han publicado los resultados exactos de los ataques, las autoridades iraníes han reportado daños en varias instalaciones nucleares, negando daños significativos a su programa. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha confirmado previamente que los recientes ataques han afectado la infraestructura en Irán, pero que la contaminación radiactiva ha sido contenida.
El conflicto entre Irán e Israel, que se intensificó en junio de 2025, ha desembocado en una serie de ataques mutuos, incluyendo ataques israelíes contra instalaciones militares y nucleares iraníes y ataques con misiles de represalia por parte de Teherán. La participación de Estados Unidos, aliado tradicional de Israel, marca una nueva etapa de la escalada, lo que aumenta el riesgo de que la confrontación se convierta en un conflicto regional a gran escala. Según medios occidentales, Washington ha incrementado significativamente su presencia militar en la región en las últimas semanas, enviando portaaviones, aviones de combate y sistemas de defensa aérea al Golfo Pérsico para proteger sus bases.
Los analistas afirman que el uso del B-2 subraya la determinación de Estados Unidos de neutralizar el programa nuclear iraní, pero también plantea la posibilidad de represalias por parte de Teherán. Irán ha ampliado significativamente su arsenal de misiles y su capacidad de ataque con drones en los últimos años, lo que le permite atacar objetivos regionales. Al mismo tiempo, las dificultades económicas internas y las sanciones limitan los recursos de Teherán para un conflicto prolongado.