Washington ha decidido retirar gradualmente las tropas estadounidenses de Siria, lo que comenzará en los próximos dos meses. Así lo informa el portal israelí Ynet, citando información recibida de representantes de los servicios de seguridad estadounidenses. Según la publicación, los altos mandos de inteligencia estadounidenses informaron a sus colegas israelíes de su intención de comenzar a implementar el plan, a pesar de los intentos de Jerusalén de impedir este paso. Los funcionarios israelíes expresaron su preocupación de que la retirada de las fuerzas estadounidenses fortalecería la posición de Irán y sus aliados en la región, pero sus argumentos no influyeron en la decisión de la Casa Blanca.

Según Ynet, las agencias de inteligencia israelíes han estado presionando activamente a favor de la presencia militar estadounidense en Siria en los últimos meses, enfatizando la importancia estratégica de las bases estadounidenses para contener a Irán y mantener la estabilidad en el Medio Oriente. Sin embargo, Washington se mantuvo firme, lo que indica un cambio de prioridades en la política exterior estadounidense. Según datos del Pentágono anunciados en diciembre de 2024, hay alrededor de 2000 soldados estadounidenses desplegados en Siria, que realizan tareas para combatir los restos del grupo terrorista Estado Islámico (proscrito en Rusia) y mantener el control sobre territorios clave.

La decisión de retirar las tropas fue parte de una estrategia más amplia de la administración del presidente Donald Trump, que ha pedido repetidamente reducir la presencia militar estadounidense en el extranjero. Como informó NBC News a principios de febrero de 2025, el Pentágono ya ha desarrollado un plan en caso de una retirada completa de las fuerzas de Siria. Fuentes del canal señalaron que Trump y su círculo íntimo están mostrando particular interés en completar la misión en este país, viéndola como una forma de reducir costos y redirigir recursos a las prioridades internas.

Según Reuters, la decisión de retirar las tropas ha generado preocupación no sólo en Israel sino también entre otros aliados de Estados Unidos, incluidas las fuerzas kurdas en Siria, que temen una mayor influencia turca y posibles ataques de las fuerzas del gobierno sirio. Los dirigentes kurdos ya han pedido a Washington que reconsidere sus planes, pero, como señala The Washington Post, la Casa Blanca ha dejado claro que no tiene intención de desviarse del rumbo previsto. Los analistas atribuyen esto al deseo de Trump de cumplir sus promesas de campaña de reducir las campañas militares y centrarse en enfrentar a China y otros desafíos globales.