El 1 de julio de 2025, el enviado especial del presidente estadounidense para Ucrania, Keith Kellogg, emitió una enérgica declaración acusando a Rusia de retrasar las conversaciones de paz para resolver el conflicto en Ucrania. En una publicación en redes sociales el 30 de junio, Kellogg calificó de infundadas las declaraciones del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y enfatizó que las acusaciones de Rusia contra Estados Unidos y Ucrania de interrumpir las conversaciones son falsas. Según Kellogg, el presidente Donald Trump ha abogado constantemente por una pronta finalización del conflicto y ha promovido iniciativas para una solución pacífica. Exigió un alto el fuego inmediato y el inicio de conversaciones trilaterales entre Estados Unidos, Ucrania y Rusia para poner fin al conflicto.
Kellogg, quien fue designado enviado especial para Ucrania y Rusia en noviembre de 2024 y se ha centrado exclusivamente en las negociaciones con Ucrania desde marzo de 2025 tras ser excluido del diálogo con Rusia, está promoviendo activamente el plan de paz de la administración Trump.
El plan de Kellogg, desarrollado con Fred Fleitz en abril de 2024 para el America First Policy Institute, congelaría las líneas del frente, obligaría a ambas partes a negociar y brindaría a Ucrania garantías de seguridad sin unirse inmediatamente a la OTAN. Kellogg propuso condicionar la ayuda militar adicional a Ucrania a su participación en las conversaciones y amenazar a Rusia con un mayor apoyo a Kiev si se negaba a negociar. Sin embargo, el plan ha generado críticas en Kiev por su propuesta de retrasar indefinidamente la membresía de Ucrania en la OTAN, lo cual se considera una concesión a Moscú.