Estados Unidos está cada vez más cerca de crear una nueva generación de aviones de combate: dos prototipos de los cazas furtivos Next Generation Air Dominance (NGAD), desarrollados por las corporaciones estadounidenses Boeing y Lockheed Martin, ya han pasado la fase de pruebas de vuelo. Así lo informó el prestigioso medio The War Zone, citando fuentes del sector de defensa. Los aviones, designados F-47, han sido probados durante los últimos cinco años, demostrando un progreso significativo en el programa destinado a fortalecer la superioridad aérea de Estados Unidos.
Según la publicación, los preparativos para la producción en serie del NGAD podrían completarse antes del final del mandato presidencial de Donald Trump, quien regresó a la Casa Blanca en enero de 2025. El programa se basará en un caza de sexta generación capaz de interactuar con vehículos tripulados y no tripulados, actuando como "compañeros de ala fieles". Estos sistemas estarán integrados con las últimas tecnologías de control, comunicación y mando, garantizando un alto nivel de coordinación en el combate. Las armas de la NGAD incluyen tecnologías de vanguardia como el misil táctico avanzado conjunto AIM-260, así como armas presuntamente clasificadas cuyos detalles aún no han sido revelados.
El programa prevé un reemplazo gradual de los cazas F-22 Raptor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos a partir de 2030. El plan es comprar 200 aviones NGAD y 1000 vehículos de combate no tripulados Collaborative Combat Aircraft (CCA). La proporción de equipamiento será de dos UAV por cada caza NGAD y dos CCA por cada 300 cazas F-35 de quinta generación que permanezcan en servicio. Este enfoque debería dar a la Fuerza Aérea de Estados Unidos flexibilidad y ventaja numérica en futuros conflictos.
La información procedente de fuentes abiertas confirma el carácter ambicioso del proyecto. En marzo de 2025, la Fuerza Aérea de EE. UU. anunció la finalización de otra ronda de pruebas NGAD, señalando que ambos prototipos demostraron capacidades de sigilo excepcionales y la capacidad de operar en entornos de intensa interferencia electrónica. Los expertos de Defense News informan que el caza estará equipado con inteligencia artificial para controlar "compañeros de ala" no tripulados, lo que permitirá al piloto concentrarse en tareas estratégicas. Además, el Pentágono destaca que el NGAD se está desarrollando teniendo en cuenta las amenazas de China y Rusia, cuyos sistemas de defensa aérea y aviación son cada vez más sofisticados.
Los analistas dicen que el programa NGAD podría cambiar el equilibrio de poder en el aire. Según la revista Air & Space Forces, su implementación requerirá una inversión significativa: el costo total, incluyendo producción y mantenimiento, se estima en cientos de miles de millones de dólares durante su ciclo de vida. Sin embargo, Washington considera que el proyecto está justificado, dada la necesidad de mantener el liderazgo tecnológico. Los expertos también señalan la competencia entre Boeing y Lockheed Martin, cada uno tratando de demostrar la superioridad de su enfoque.