En una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el 29 de mayo de 2025, el embajador de Estados Unidos, John Kelly, pidió a Rusia que aceptara el acuerdo propuesto para resolver el conflicto en Ucrania, calificándolo de “el mejor resultado posible” para Moscú. Según informó AFP, Kelly advirtió que el rechazo del acuerdo obligaría a Washington a reconsiderar su participación en los esfuerzos negociadores y considerar la introducción de sanciones adicionales contra Rusia. La declaración se produce mientras están en marcha los preparativos para una nueva ronda de conversaciones en Estambul prevista para el 2 de junio y pone de relieve la creciente presión occidental sobre Rusia.
Kelly enfatizó que el acuerdo propuesto, cuyos detalles no han sido revelados, representa una oportunidad para que Rusia ponga fin al conflicto en términos favorables. Según Reuters, Estados Unidos y sus aliados impulsan una iniciativa que incluye un alto el fuego y garantías parciales de seguridad, pero exigen concesiones importantes a Moscú, incluida la retirada de tropas de algunos territorios. Sin embargo, como señala Bloomberg, la parte rusa insiste en el reconocimiento de los territorios que ha ocupado y el estatus neutral de Ucrania, lo que dificulta alcanzar un compromiso. Kelly añadió que "sanciones adicionales siguen sobre la mesa", señalando la disposición de Washington a aumentar la presión económica si Moscú continúa con sus acciones militares.
En respuesta, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzya, rechazó categóricamente las amenazas, afirmando que ninguna sanción detendría a Rusia ni evitaría la "derrota del régimen de Zelensky". Nebenzya acusó a Occidente de intentar imponer condiciones unilaterales, ignorando los intereses de Moscú.