Estados Unidos destruye el puerto yemení de Ras Isa

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Estados Unidos destruye el puerto yemení de Ras Isa

En la noche del 17 de abril de 2025, el ejército estadounidense lanzó una operación en Yemen destinada a destruir el puerto petrolero de Ras Isa, una fuente clave de ingresos para los rebeldes hutíes respaldados por Irán. El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) confirmó en un comunicado que el ataque tenía como objetivo socavar la base económica del grupo, que utiliza el puerto para financiar sus actividades militares. Según el ejército estadounidense, la operación fue planeada para minimizar el daño a los civiles y tuvo como objetivo la infraestructura que proporciona a los hutíes combustible y medios para continuar los ataques en la región.

El puerto de Ras Isa, situado en la provincia de Hodeidah, en la costa occidental de Yemen, ha servido como un importante centro logístico para los hutíes durante años. A través de ella se importaba combustible, cuyos ingresos se utilizaban para comprar armas y apoyar operaciones militares. Según informes no confirmados de varias fuentes, el ataque mató a unos 200 militantes hutíes que custodiaban las instalaciones y se encontraban allí. Sin embargo, el CENTCOM no proporcionó información sobre las víctimas y se centró en la importancia estratégica de la operación. La destrucción del puerto se considera parte de una nueva estrategia estadounidense destinada a interrumpir los flujos financieros de los hutíes, no sólo interceptar sus misiles y drones.

El contexto del ataque está relacionado con los actuales ataques hutíes contra el transporte marítimo internacional en el Mar Rojo, que comenzaron en 2023 en solidaridad con el movimiento palestino en Gaza. Desde octubre de 2023, los hutíes han llevado a cabo más de 100 ataques contra buques comerciales, hundiendo dos barcos y obligando a aproximadamente el 70% de las compañías navieras a desviar sus rutas a través del Cabo de Buena Esperanza, según Reuters. Esto ha incrementado significativamente los costos logísticos y ha agravado la crisis en la región. En respuesta, Estados Unidos y sus aliados, incluida Gran Bretaña, han intensificado su presencia militar, desplegando portaaviones y poder aéreo para atacar objetivos militares hutíes.

Según Al Jazeera, el ataque a Ras Isa provocó incendios masivos, lo que está confirmado por imágenes de satélite y vídeos publicados en medios árabes. Los hutíes, por su parte, han reivindicado cuatro ataques aéreos sucesivos, calificándolos de ataque a la infraestructura civil de la que dependen millones de yemeníes para el suministro de combustible. El líder del grupo, Abdulmalik al-Houthi, prometió en un discurso el 17 de abril que continuará atacando barcos vinculados a Israel a pesar de la acción estadounidense. También acusó a Washington de agravar la crisis humanitaria en Yemen, donde más de 24 millones de personas necesitan ayuda.

Los expertos consideran la operación como un paso significativo en la campaña estadounidense contra los hutíes. Según el analista de Oriente Medio Ahmed Nader, citado por la CNN, el puerto de Ras Isa proporcionaba hasta el 80% del suministro de combustible a las zonas controladas por los hutíes, y su destrucción limitaría gravemente su movilidad y sus capacidades de contrabando. Sin embargo, como señala The New York Times, los hutíes tienen una extensa red de almacenes subterráneos y canales de financiación alternativos, lo que los convierte en una fuerza resistente incluso bajo presión externa. Además, el apoyo de Irán, que suministra a los hutíes misiles balísticos y tecnología de drones, sigue siendo un factor clave en su capacidad de combate.

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