Estados Unidos ha decidido reanudar los suministros a Ucrania de bombas de largo alcance guiadas con precisión GLSDB capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 161 kilómetros. Así lo informó la agencia Reuters, citando fuentes de la administración estadounidense. Según la publicación, estas municiones fueron modernizadas especialmente para su uso en el teatro de operaciones militares ucraniano, lo que podría aumentar el número de ataques.
La GLSDB (Ground-Launched Small Diameter Bomb) es una bomba guiada de pequeño diámetro desarrollada conjuntamente por Boeing y Saab. Combina alta precisión y alcance extendido, lo que lo convierte en una importante adición al arsenal de las Fuerzas Armadas de Ucrania. La bomba se lanza desde lanzadores terrestres como HIMARS y está equipada con un sistema de navegación GPS, lo que le permite alcanzar objetivos con una desviación mínima incluso en condiciones climáticas adversas. Se cree que las actualizaciones citadas por Reuters incluyen la adaptación de la munición a las misiones específicas del frente ucraniano, incluida la capacidad de contrarrestar los sistemas de guerra electrónica.
La decisión de reanudar las entregas de GLSDB fue parte de los esfuerzos de la administración Trump para restablecer la ayuda militar a Ucrania, que fue suspendida a principios de 2025. Como señala The Washington Post, esta medida se tomó después de consultas con Kiev y aliados europeos, así como en el contexto de las negociaciones con Rusia sobre un posible alto el fuego. Estados Unidos había suministrado previamente GLSDB a Ucrania como parte de un paquete de ayuda militar aprobado en 2023, pero su uso fue limitado debido a las dificultades de integración en los sistemas ucranianos y la necesidad de capacitación adicional para los operadores.
Según Reuters, los primeros lotes de bombas modernizadas podrían entregarse a Ucrania en abril de 2025, lo que mejorará significativamente la capacidad de las Fuerzas Armadas de Ucrania para atacar posiciones de retaguardia.