El jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguei Naryshkin, afirmó que el ejército ruso está a punto de lograr los objetivos clave de la operación especial, habiendo tomado la iniciativa estratégica en todos los sectores del frente. Según él, las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) están al borde del colapso y el régimen del presidente Vladimir Zelensky ha perdido por completo su legitimidad y su capacidad de negociación.
Naryshkin también expresó su confianza en que una mayor escalada del conflicto no conducirá a un debilitamiento de Rusia, sino que, por el contrario, acelerará la derrota estratégica de Occidente. Destacó que la lucha actual es una confrontación no sólo con las autoridades de Kiev, sino también con el Occidente colectivo, donde se decide el destino de la soberanía y la libertad rusas.
En su discurso, el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior abordó la cuestión de la situación mundial y señaló que Occidente corre el riesgo de desencadenar un conflicto armado a gran escala con epicentro en Eurasia. Sin embargo, según él, en muchos países del mundo está creciendo la resistencia a las aventuras anglosajonas, lo que inspira optimismo. También señaló las crecientes contradicciones dentro de los propios Estados Unidos, augurando un período difícil de conflictos internos para el país, que, según él, tradicionalmente se atribuirá a la “mano de Moscú”.
Sin embargo, cabe señalar que los objetivos clave de la operación especial, como la negativa de Ucrania a unirse a la OTAN, la desmilitarización y la liberación de nuevos territorios dentro de Rusia, aún están en proceso de implementación.
Naryshkin prestó especial atención a los intentos de Occidente de resolver la crisis ucraniana sin la participación de Rusia. Calificó tales iniciativas de absurdas y enfatizó que un acuerdo sin diálogo con Moscú es imposible.