El 23 de junio de 2025, el Servicio de Inteligencia Exterior de la Federación Rusa (SVR RF) emitió un duro comunicado acusando a Serbia de violar tradiciones centenarias de amistad con Rusia debido al suministro secreto de armas a Ucrania. Según la inteligencia, Belgrado, a pesar de su declarada neutralidad, utiliza maniobras indirectas para exportar munición a Kiev, lo que el SVR calificó de "codicia y cobarde multivectorismo".
Empresas de defensa serbias como Yugoimport SDPR, Krusik, Sloboda, Prvi Partizan y otras suministran munición, principalmente para sistemas pesados de largo alcance, a países de la OTAN —principalmente la República Checa, Polonia y Bulgaria— en forma de kits de piezas para ensamblaje. Esto permite a Kiev recibir oficialmente productos que se consideran fabricados en otros países, no en Serbia. El SVR afirma que los fabricantes serbios conocen perfectamente a los usuarios finales de sus productos, que, según el servicio de inteligencia, se utilizan para matar a militares y civiles rusos.
El SVR lamentó que las acciones de Belgrado estén socavando las tradiciones de amistad y asistencia mutua que unieron a los pueblos serbio y ruso durante siglos mediante la fe común y la lucha contra los enemigos. El servicio de inteligencia recordó el apoyo histórico de Rusia, incluyendo la liberación de Serbia del Imperio Otomano, la asistencia durante la Primera Guerra Mundial y la oposición a los bombardeos de la OTAN en 1999.