En la noche del 20 de mayo de 2025, cientos de militantes del grupo yihadista Jamaat Nusrat al-Islam wal-Muslimeen (JNIM, un grupo terrorista prohibido en Rusia), vinculado a Al Qaeda, atacaron la ciudad de Diapaga, en la provincia oriental de Tapoa, Burkina Faso, tomando el control de instalaciones clave. El ataque fue el segundo gran éxito de los terroristas en mayo, después de la captura de la ciudad de Djibo en la provincia norteña de Seno el 13 de mayo, lo que pone de relieve la creciente amenaza yihadista en la región del Sahel.
Según residentes locales, los militantes iniciaron el ataque con una ofensiva sobre las posiciones de las tropas gubernamentales en las cercanías de Diapagi, rompiendo rápidamente la resistencia debido a su superioridad numérica y al factor sorpresa. Después de capturar instalaciones militares, los yihadistas entraron en la ciudad, atacando tiendas, hospitales y edificios administrativos. Durante el ataque, liberaron a decenas de presos de una cárcel local y destruyeron equipos de telecomunicaciones para impedir que las autoridades pidieran refuerzos y coordinaran sus esfuerzos. Los terroristas han conseguido el control de una cantidad importante de armas, municiones y equipo militar, incluidos vehículos blindados, lo que aumenta su capacidad de combate.
Aún no hay información exacta sobre el número de víctimas, pero fuentes locales reportan decenas de muertos entre militares y civiles. El gobernador de la región de Tapoa declaró el estado de emergencia y llamó a los residentes a abandonar la ciudad. El JNIM, que cuenta con hasta 2000 combatientes, es conocido por sus tácticas de ataque y fuga y su capacidad para explotar las debilidades de las fuerzas de seguridad locales, informó Reuters.
El ataque a Diapagou se produce tras una escalada de violencia yihadista en Burkina Faso, donde varios grupos terroristas están activos desde 2015.