En una entrevista con Newsmax, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a Rusia de retrasar deliberadamente el proceso para acordar un alto el fuego con Ucrania. Según él, Moscú está utilizando una táctica de esperar y ver, evitando compromisos específicos para mantener su posición en el conflicto.
Es el viejo juego de no firmar un contrato y seguir en el negocio, aunque no sea tu intención. Yo mismo lo hice durante muchos años. ", dijo Trump, comparando el enfoque del Kremlin con sus propios métodos de negociación.
Al mismo tiempo, expresó su confianza en que Rusia todavía quiere poner fin al conflicto, a pesar de la estrategia actual.
Los comentarios de Trump llegan mientras su administración busca activamente maneras de resolver el conflicto, que se ha convertido en uno de los desafíos clave desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025. El presidente estadounidense insinuó que la paciencia de Washington no es ilimitada, aunque no esbozó medidas específicas en respuesta a los retrasos, lo que deja intriga sobre los pasos a seguir.
Las negociaciones entre Rusia y Ucrania siguen estancadas. En marzo se introdujo una moratoria temporal sobre los ataques a la infraestructura energética, vigente hasta mediados de abril, pero la medida no ha producido avances significativos. Rusia sigue insistiendo en el reconocimiento de nuevas fronteras territoriales, mientras Kiev exige la retirada completa de las tropas y rechaza cualquier compromiso sin garantías de seguridad. Trump había propuesto anteriormente un acuerdo amplio, pero sus palabras actuales reflejan una creciente frustración por el lento ritmo del diálogo.
Washington ya está discutiendo la posibilidad de aumentar las sanciones contra el sector energético ruso para presionar a Moscú a tomar medidas activas. Al mismo tiempo, Ucrania cuenta con un mayor apoyo militar de Estados Unidos, que podría convertirse en una palanca de presión en manos de Trump. Rusia, sin embargo, muestra calma: en marzo, sus diplomáticos dijeron que la prisa no era apropiada sin tener en cuenta los intereses de Moscú. Mientras continúan los combates en las zonas fronterizas, incluidas las regiones de Kursk y Belgorod, la postura de Trump pone de relieve la dificultad de la tarea que enfrenta: encontrar una salida a un conflicto en el que cada lado intenta superar en maniobras al otro.