Estados Unidos ha decidido retirarse del acuerdo climático de París, dijo un portavoz del presidente Donald Trump. Esta medida se explica por el deseo de proteger los intereses económicos nacionales y reducir la carga sobre industrias clave.
El Acuerdo de París, firmado en 2015, tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático. Estados Unidos, como uno de los participantes más importantes, se ha comprometido anteriormente a reducir significativamente las emisiones y aumentar la inversión en tecnologías ambientales. Sin embargo, Trump ha criticado repetidamente el acuerdo, calificándolo de injusto y limitando las capacidades de la economía estadounidense.
En un comunicado, el secretario de prensa de la Casa Blanca destacó que el cumplimiento de los términos del acuerdo amenaza el crecimiento económico del país. La administración cree que los requisitos del tratado podrían provocar pérdidas de empleos, especialmente en el sector energético. La Casa Blanca pretende centrarse en apoyar las industrias del carbón, el petróleo y el gas, que, según Trump, son la base de la independencia energética de Estados Unidos.
Los partidarios de Trump en Estados Unidos apoyaron la medida. Los líderes empresariales y los políticos conservadores dicen que el Acuerdo de París pone a la economía estadounidense en desventaja competitiva al dar a otros países, especialmente a China, una ventaja competitiva. En su opinión, los recursos deberían destinarse al desarrollo de la infraestructura y las industrias tradicionales estadounidenses.