El 24 de enero de 2025, el presidente estadounidense, Donald Trump, intensificó sus esfuerzos para organizar negociaciones directas con Rusia, buscando poner fin rápidamente al conflicto en Ucrania. Según las fuentes, una de las condiciones clave propuestas por el presidente ruso Vladimir Putin para el inicio de tales negociaciones es el fin del apoyo militar y financiero estadounidense a Ucrania.
En respuesta, Trump está considerando la posibilidad de suspender temporalmente la ayuda a Kiev, con la esperanza de que esa medida cree condiciones favorables para el diálogo con Moscú. Sin embargo, no hay consenso en la administración estadounidense sobre este tema. Algunos altos funcionarios han expresado su preocupación de que cortar el apoyo a Ucrania pueda debilitar su posición y conducir a una mayor influencia rusa en la región.
Trump dijo anteriormente que el conflicto en Ucrania podría haberse evitado si hubiera ganado las elecciones presidenciales de 2020. También enfatizó que tenía la intención de poner fin al conflicto lo antes posible, utilizando tanto métodos diplomáticos como presión económica sobre Rusia.
Al mismo tiempo, la parte rusa se muestra escéptica ante las declaraciones de Trump. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, señaló que Moscú no ve nada nuevo en estas amenazas y sigue dispuesta a un diálogo igualitario y mutuamente respetuoso, a la espera de señales específicas de Washington.
Por el momento, las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia se encuentran en la etapa de preparación y su éxito dependerá en gran medida de la voluntad de ambas partes de llegar a compromisos.