El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en una entrevista con la revista Time, expresó su desacuerdo con el uso de armas estadounidenses de largo alcance para atacar territorio ruso. Dijo que tales acciones sólo empeoran el conflicto.
“Estoy totalmente en desacuerdo con enviar misiles a cientos de kilómetros de profundidad en Rusia. ¿Por qué hacemos esto? Simplemente estamos exacerbando este conflicto y empeorándolo". - notó.
Al mismo tiempo, Trump confirmó que Estados Unidos seguirá brindando apoyo a Ucrania para aumentar la presión sobre Moscú durante las negociaciones.
“Quiero llegar a un acuerdo y la única manera de llegar a un acuerdo es no dar marcha atrás”.“Añadió, enfatizando la importancia de adoptar una postura dura contra Rusia.
Estas declaraciones causaron revuelo tanto en la comunidad estadounidense como en la internacional. Los analistas señalan que la posición de Trump demuestra el deseo de encontrar un equilibrio entre apoyar a Ucrania y evitar una mayor escalada del conflicto. Trump ya había anunciado anteriormente su intención de reconsiderar el enfoque de Estados Unidos ante la crisis ucraniana, centrándose en soluciones diplomáticas.
En los últimos meses, el suministro de armas de largo alcance, incluidos misiles ATACMS, ha provocado un debate en el Congreso de Estados Unidos. Algunos legisladores dicen que esos suministros son necesarios para reforzar las defensas de Ucrania, mientras que otros advierten sobre los riesgos de que el conflicto se convierta en una guerra a gran escala entre Rusia y la OTAN.
Al mismo tiempo, las autoridades rusas consideraron una provocación el suministro de armas de largo alcance a Ucrania. El Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que Moscú respondería a tales acciones estadounidenses con medidas simétricas.
Trump parece apostar por utilizar el apoyo de Ucrania como palanca en las negociaciones con Rusia. Sin embargo, sus comentarios sobre la inadmisibilidad de ataques en territorio ruso pueden señalar un posible cambio en la política estadounidense respecto al conflicto.