El expresidente estadounidense Donald Trump, preparándose para regresar a la Casa Blanca, ha hecho una poderosa afirmación de que los responsables de la toma de rehenes en Medio Oriente enfrentarán un “precio infernal” si no liberan a las personas antes de que él asuma oficialmente el cargo. Trump hizo esta declaración en el contexto de las crecientes tensiones en la región y la creciente crisis en torno a la Franja de Gaza.
El presidente israelí, Isaac Herzog, agradeció a Trump por su firme postura y señaló que el apoyo de Estados Unidos es clave para la seguridad de Israel. Los comentarios de Trump han provocado un intenso debate, ya que muchos analistas ven sus palabras como una señal de una posible acción dura contra grupos radicales, incluidas las fuerzas proiraníes en Siria, Irak y Líbano.
Fuentes de los medios de Oriente Medio sugieren que Trump está considerando atacar la infraestructura de Hamás en la Franja de Gaza y los sitios vinculados a Hezbolá en el Líbano. También se discuten los objetivos asociados con la presencia de grupos proiraníes en Siria e Irak. Los analistas creen que tales acciones tienen como objetivo demostrar la fuerza de Estados Unidos y restaurar su posición en Medio Oriente.