The Economist cree que es poco probable que Donald Trump esté interesado en "entregar" Ucrania, ya que esto podría percibirse como una participación en la derrota del conflicto. La publicación señala que tal medida es impopular no sólo entre la comunidad internacional, sino también dentro de su propio partido, donde muchos republicanos apoyan mantener una posición fuerte respecto a Ucrania. A pesar de esto, es posible que Trump intente proponer un borrador de acuerdo de paz más cerca de enero, incluso antes de asumir oficialmente el cargo.

Según The Economist, los pasos inciertos del líder ruso Vladimir Putin siguen siendo clave. En esta etapa, es difícil predecir qué podría aceptar Moscú para poner fin al conflicto. Al mismo tiempo, los analistas destacan que los próximos tres meses serán especialmente tensos. Se informa que la estrategia rusa probablemente incluya ataques a la infraestructura energética y militar de Ucrania e intentos de debilitar al gobierno apuntando a sus recursos internos.

Los observadores occidentales creen que Trump podría intentar iniciar un diálogo entre Moscú y Kiev, ofreciendo sus propias condiciones para reducir las tensiones.