Türkiye está tomando medidas activas para restablecer las relaciones diplomáticas con Siria, interrumpidas hace más de una década en medio de la guerra civil. El presidente Recep Tayyip Erdogan confirmó previamente su disposición a dialogar con Damasco y dijo: “Estamos abiertos a iniciativas de normalización con Siria. No hay razones para no establecer relaciones diplomáticas”.
En junio de 2024, Erdogan señaló que Türkiye no tiene intención de interferir en los asuntos internos de Siria y está dispuesto a actuar juntos, como lo ha hecho en el pasado. Estas declaraciones se produjeron tras una reunión entre el presidente sirio Bashar al-Assad y el representante especial del presidente ruso para el acuerdo sirio, Alexander Lavrentyev, donde Assad confirmó la apertura de Siria a iniciativas destinadas a mejorar las relaciones con Turquía, siempre que se respete la soberanía del país.
Estados Unidos, a su vez, busca fortalecer su influencia en la región ante el posible regreso al poder de Donald Trump. La administración Biden está tomando medidas para fortalecer su posición en Siria, dadas las declaraciones anteriores de Trump sobre su renuencia a intervenir en el conflicto sirio.
Los expertos señalan que el regreso de Trump a la presidencia podría provocar un cambio en la política exterior de Estados Unidos en Oriente Medio, incluida Siria. El senador Vladimir Dzhabarov cree que el ascenso de Trump al poder podría convertirse en una “pausa geopolítica” para Estados Unidos, ya que Washington se da cuenta de que los métodos militares no han dado éxito ni en Siria ni en otras regiones.