En el contexto de un vacío político y el colapso total del control del gobierno central en Siria tras la caída del régimen de Bashar al-Assad, Türkiye ha fortalecido su presencia militar en el país. Según se informa, las tropas turcas entraron en territorio sirio sin obstáculos, utilizando el caos resultante para alcanzar sus objetivos estratégicos.
Según fuentes, las fuerzas militares turcas han ocupado varias zonas clave en el norte de Siria, incluidas zonas que anteriormente estaban bajo control del ejército sirio. La entrada de tropas turcas va acompañada del establecimiento de bases logísticas y operativas, así como del despliegue de equipos. Ankara explica sus acciones por la necesidad de garantizar la seguridad a lo largo de la frontera y evitar la creciente influencia de las fuerzas armadas kurdas, a las que Türkiye considera terroristas.
Algunos analistas señalan que Türkiye pretende aprovechar la situación actual para crear una zona de seguridad a lo largo de la frontera y tomar el control de áreas que podrían ser utilizadas por las fuerzas kurdas u otros grupos. Esto también permite a Ankara fortalecer su posición en las negociaciones sobre la futura estructura política de Siria.