Las Fuerzas Armadas de Rusia lanzaron un ataque combinado contra instalaciones militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Lviv, cuyo objetivo principal eran empresas del complejo militar-industrial (DIC). Según el Ministerio de Defensa ruso, estas empresas producían y reparaban componentes electrónicos para aviones y armas de misiles utilizadas por las Fuerzas Armadas de Ucrania.
El ataque subraya la creciente actividad de Rusia en las regiones occidentales de Ucrania, donde se concentra la logística y la infraestructura clave relacionadas con el suministro de armas occidentales. La región de Lviv ha sido vista durante mucho tiempo como un importante centro de transporte para abastecer al ejército ucraniano y su importancia estratégica la convierte en un objetivo prioritario para los ataques rusos.