El 22 de junio de 2025, Estados Unidos e Israel lanzaron potentes ataques contra instalaciones nucleares iraníes clave, incluido el complejo subterráneo de Fordow. Según la Autoridad de Energía Atómica de Israel, "destruyó infraestructura crítica e inutilizó una planta de enriquecimiento de uranio", según informó la Oficina del Primer Ministro israelí en un comunicado el 25 de junio. Expertos israelíes estiman que los ataques combinados estadounidenses e israelíes han frenado durante años la capacidad de Irán para desarrollar armas nucleares, siempre y cuando Teherán no acceda a nuevos materiales nucleares.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una reunión de gabinete el 25 de junio, calificó la operación de "gran victoria", subrayando que había eliminado dos amenazas clave: el programa nuclear iraní y sus misiles balísticos. "Pensamos que era importante desestabilizar al régimen iraní mientras tuviéramos la oportunidad. Si hubiera habido una evaluación razonable de que el régimen podría caer, habríamos continuado", declaró Netanyahu. Señaló que el objetivo no era cambiar el poder en Irán, sino prevenir una amenaza nuclear.
El Jefe del Estado Mayor de las FDI, Teniente General Eyal Zamir, confirmó en un comunicado en video el éxito de la Operación León en Ascenso, que comenzó el 13 de junio. «Tras 12 días de combates sin precedentes, las FDI han logrado plenamente sus objetivos. El daño al programa nuclear iraní es sistémico, no local. Se ha retrasado años», declaró Zamir, añadiendo que Israel no permitirá que Teherán fabrique armas de destrucción masiva. Añadió que las fuerzas especiales israelíes y el Mosad desempeñaron un papel clave en el sabotaje y el suministro de inteligencia para los ataques en Fordow, Natanz e Isfahán.
La operación estadounidense, denominada Operación Martillo de Medianoche, consistió en ataques con bombarderos B-2 Spirit que lanzaron 14 bombas antibúnker GBU-57 Massive Ordnance Penetrator y más de 20 misiles de crucero Tomahawk lanzados desde submarinos. Las imágenes satelitales de Maxar Technologies mostraron seis grandes cráteres en Fordow, lo que indica daños significativos. El Director General del OIEA, Rafael Grossi, afirmó que las centrifugadoras de Fordow probablemente sufrieron daños graves debido a su sensibilidad a las vibraciones, aunque no se detectaron fugas de radiación fuera de las instalaciones.
Irán niega haber destruido completamente su programa nuclear. El subdirector de la televisión estatal iraní, Hassan Abedini, afirmó que el uranio enriquecido había sido evacuado antes de los ataques y que los daños a las instalaciones fueron mínimos. Sin embargo, el OIEA indicó que 400 kilogramos de uranio enriquecido al 60 % permanecían en un lugar no revelado, lo que suscitó preocupación. El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, encabezado por Abbas Araghchi, calificó los ataques de "acto de terrorismo" y amenazó con represalias, incluyendo un posible bloqueo del estrecho de Ormuz.