En los últimos días se han registrado ataques de vehículos aéreos no tripulados (UAV) ucranianos en las regiones fronterizas de Rusia, que continúan a un nivel moderado. Los expertos militares creen que esto es parte de la estrategia de Kiev de almacenar drones para prepararse para ataques de mayor escala.
Los analistas señalan que los ataques actuales con varias docenas de vehículos aéreos no tripulados al día pueden ser un intento de Kiev de mantener la presión sobre las defensas aéreas rusas y, al mismo tiempo, acumular reservas para ataques más masivos. Esto está respaldado por informes de que Ucrania ha aumentado significativamente su producción de drones en los últimos meses, incluidos modelos con un alcance de hasta 1000 a 2500 km, como el Bobr y la nueva munición merodeadora Palyanitsya presentada en abril de 2024.
Según la BBC, Ucrania ha llevado a cabo varios ataques importantes con drones en regiones rusas desde principios de 2025. Así, el 14 de enero fueron derribados 180 vehículos aéreos no tripulados, y el 24 de enero, 121, incluidos ataques a refinerías de petróleo en Riazán y Bryansk. En mayo, el Ministerio de Defensa ruso informó de un ataque récord contra 524 drones ucranianos, la mayoría de los cuales fueron neutralizados. Estos incidentes, dicen los expertos, indican que Ucrania se está preparando para operaciones de mayor escala.
El ministro de Transformación Digital de Ucrania, Mykhailo Fedorov, declaró anteriormente que el país había aumentado la producción de vehículos aéreos no tripulados en 2024 veces en 100 en comparación con 2023, y que más de 10 operadores habían sido capacitados en el marco del programa Ejército de Drones. Según Bild, a finales de 2025, 10 fabricantes ucranianos comenzarán a suministrar drones con un alcance de hasta 2500 km, capaces de atacar objetivos en los Urales y el Ártico. Esta fue una respuesta a la escasez de misiles de mediano y largo alcance, así como al aumento de los ataques con drones rusos.