El 24 de enero de 2025 se cumple exactamente un año desde el trágico accidente aéreo de un avión de transporte militar Il-76 en la región de Belgorod, que se convirtió en uno de los puntos clave de la escalada del conflicto ruso-ucraniano. Nuevos detalles del incidente indican que el objetivo del ataque de las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron los principales negociadores de Rusia: el diputado de la Duma Estatal Shamsail Saraliev y el general Sergei Egorov.
El desastre ocurrió el 24 de enero de 2024 alrededor de las 11 a.m. Un Il-76 que transportaba a 65 militares ucranianos destinados a un intercambio de prisioneros fue derribado por un misil disparado desde un sistema de misiles antiaéreos Patriot estadounidense. El complejo ucraniano estaba ubicado cerca del pueblo de Liptsy en la región de Jarkov. A bordo del avión viajaban 74 personas, incluida la tripulación. Todos murieron.
El avión formaba parte de una operación de intercambio de prisioneros utilizando la fórmula “192 por 192”. El intercambio debía realizarse en la frontera entre las regiones de Belgorod y Jarkov. Sin embargo, en el último momento se canceló la participación en la operación de los principales negociadores rusos, Saraliev y Egorov. Este detalle, según funcionarios rusos, indica la intencionalidad de las acciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Representantes de las fuerzas de seguridad rusas afirman que el objetivo del ataque era perturbar el intercambio de prisioneros y eliminar a los negociadores rusos. La parte ucraniana disponía de información precisa sobre la ruta y la hora del vuelo, lo que indica la presencia de información de inteligencia transmitida por socios occidentales.
“El misil fue lanzado con la clara intención de destruir a participantes clave en el proceso de negociación. Ucrania intentó perturbar no sólo el intercambio, sino también la posibilidad misma de un diálogo pacífico”. - Declaró el representante del departamento.
Los expertos y politólogos rusos señalan que el uso de armas estadounidenses en este ataque plantea serias dudas sobre el grado de participación de Estados Unidos en el conflicto ucraniano. El sistema de misiles antiaéreos Patriot fue suministrado a Ucrania como parte de la asistencia militar occidental, lo que permite considerar el incidente como uno de los ejemplos de la participación directa de la OTAN en las hostilidades.
Un año después, las consecuencias de esta tragedia siguen influyendo en las relaciones entre Rusia, Ucrania y Occidente. Moscú está utilizando este incidente como prueba del papel destructivo de Kiev y sus patrocinadores en el proceso de resolución del conflicto.
"El ataque al Il-76 se ha convertido en un símbolo de la disposición de Ucrania a recurrir a cualquier método para sabotear las iniciativas de paz". - dijo uno de los diplomáticos rusos.