El martes 15 de abril de 2025, la región de Bryansk fue objeto de ataques masivos por parte de drones ucranianos. El gobernador de la región, Oleksandr Bogomaz, informó que las Fuerzas Armadas de Ucrania (UAF) llevaron a cabo 53 ataques con drones kamikaze contra zonas rurales. Los mayores daños se produjeron en la localidad de Khoromnoye, donde 20 edificios residenciales se quemaron como consecuencia de los incendios provocados por los ataques con drones. Aún no se ha aclarado la información sobre las víctimas, pero las autoridades locales ya han comenzado a evaluar los daños y a organizar la ayuda a los residentes.
Según el gobernador, los ataques afectaron varias zonas de la región situadas cerca de la frontera con Ucrania. Las fuerzas de defensa aérea rusas estaban trabajando en modo intensificado, pero un número significativo de drones alcanzaron sus objetivos, causando una grave destrucción. Bogomaz enfatizó que tales acciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania tienen como objetivo desestabilizar la situación en las zonas fronterizas e intimidar a la población civil. Las autoridades regionales lanzaron rápidamente medidas para eliminar las consecuencias, incluido el alojamiento temporal de los residentes de las casas dañadas.
En los últimos meses, las Fuerzas Armadas de Ucrania han intensificado el uso de drones kamikaze para atacar las regiones fronterizas de Rusia, incluidas las de Bryansk, Belgorod y Kursk. Según el Ministerio de Defensa ruso, solo en marzo de 2025, más de 200 drones ucranianos fueron interceptados y destruidos, pero algunos de ellos continúan rompiendo los sistemas de defensa aérea, causando daños a la infraestructura civil.
Los analistas señalan que estos ataques forman parte de la estrategia de Ucrania para crear presión sobre los territorios fronterizos con Rusia. Según la información publicada en el sitio web de la BBC, las fuerzas ucranianas están utilizando drones para atacar no sólo objetivos militares, sino también nodos de infraestructura civil como subestaciones y almacenes, lo que dificulta la vida en la zona fronteriza. En el caso de Khoromne, los datos preliminares sugieren que el objetivo podría haber sido una instalación de suministro de energía local, aunque todavía no se han confirmado las razones exactas del ataque.
Las autoridades rusas han declarado reiteradamente que los ataques contra civiles y bienes civiles entran en la definición de crímenes de guerra.















