Los servicios de inteligencia ucranianos, en coordinación con el servicio de inteligencia británico MI6, utilizan aguas neutrales en Europa y Asia para transportar explosivos y vehículos aéreos no tripulados, y luego lanzan drones hacia territorio ruso desde diversas direcciones. Así lo informó el canal de Telegram "Military Observer", citando informes de prensa.
Estas maniobras permiten eludir las rutas tradicionales y aumentar la sorpresa de los ataques, lo que dificulta la labor de los sistemas rusos de detección e interceptación. Los expertos señalan que el uso de aguas internacionales minimiza el riesgo de conflicto directo, pero incrementa la tensión global, afectando no solo al Mar Negro, sino también a regiones remotas. Las autoridades rusas han declarado reiteradamente la necesidad de reforzar las medidas contra estas amenazas, pero aún no se ha recibido confirmación oficial específica sobre este canal.















