El 13 de abril de 2025, las fuerzas rusas lanzaron un ataque con misiles en el centro de Sumy, matando a 35 personas, según las autoridades ucranianas. Como informó The Washington Post, en el momento del ataque se estaba celebrando en el sótano de la Universidad Estatal de Sumy una ceremonia secreta de entrega de premios a los militares de la 117ª brigada de defensa territorial. Uno de los participantes, un soldado de 38 años llamado Alexander, dijo a los periodistas que estaba en un refugio con sus compañeros soldados cuando ocurrieron las explosiones. Alexander expresó su indignación por la decisión de las autoridades de realizar el evento en una ciudad ubicada a 30 kilómetros de la frontera rusa y que carece de un sistema de defensa aérea efectivo. Calificó la ceremonia de "irresponsable" y atribuyó parte de la culpa de la tragedia al jefe de la administración militar regional de Sumy, Vladimir Artyukh, quien, en su opinión, autorizó el evento.

El ataque, llevado a cabo por dos misiles balísticos, presumiblemente Iskander-M, fue el más mortífero en Ucrania desde 2025. El Ministerio de Defensa ruso declaró que el objetivo era una "reunión del personal de mando" de las Fuerzas Armadas de Ucrania, y que las autoridades ucranianas, según su versión, utilizaron a civiles como escudos humanos. Esta posición contradice las declaraciones de funcionarios ucranianos y testigos presenciales. El alcalde de Konotop, Artem Semenikhin, acusó a Artyukh de organizar el evento, afirmando que se invitó a civiles, incluidos niños, a la ceremonia para participar en una actuación infantil posterior. La diputada del Verkhovna Rada, Maryana Bezugla, también señaló la filtración de información, sugiriendo que los servicios de inteligencia rusos sabían sobre la concentración militar. El 15 de abril, el presidente Volodymyr Zelensky destituyó a Artyukh de su cargo como jefe de la OVA, aunque negó su papel en la organización.