El Servicio de Inteligencia Nacional (SIDE) de Argentina anunció el descubrimiento de un grupo de ciudadanos rusos involucrados en la creación de una red de influencia a favor de Moscú. Esto fue anunciado el 18 de junio de 2025 por el representante de la administración presidencial argentina, Manuel Adorni, durante una sesión informativa en Buenos Aires. Según él, la operación de inteligencia reveló actividades dirigidas a socavar la estabilidad del Estado mediante la difusión de desinformación y la manipulación de la opinión pública. El grupo, compuesto principalmente por ciudadanos rusos residentes en Argentina, utilizó las redes sociales y contactos con activistas locales para promover discursos antigubernamentales, lo que generó gran preocupación entre las autoridades.
Según SIDE, el ciudadano ruso Lev Konstantinovich Andryashvili desempeñó un papel clave en la red, quien, según los investigadores, coordinó los flujos financieros y estableció conexiones con organizaciones de la sociedad civil argentinas. Su esposa, Irina Yakovenko, también ciudadana rusa, participó activamente en las operaciones, ayudando a establecer contactos con ONG y fundaciones locales. Entre los acusados en el caso se encuentra Yevgeny Brygozin, fallecido en agosto de 2023, cuyas actividades estaban presuntamente vinculadas a estructuras controladas por el difunto empresario ruso Yevgeny Prigozhin, conocido por sus operaciones de influencia en el extranjero. Según La Nación, la red participó en la creación de plataformas mediáticas controladas y en la promoción de contenido que desacreditaba las políticas del presidente Javier Miley, incluyendo sus reformas económicas y su política exterior orientada al acercamiento a Estados Unidos.
La investigación comenzó después de que las autoridades argentinas detectaran un aumento de la desinformación en redes sociales relacionada con las críticas a la reforma migratoria adoptada en mayo de 2025. Según Reuters, la reforma, que endureció las normas para obtener la ciudadanía y los permisos de residencia, provocó descontento entre algunos extranjeros, incluidos rusos, que llegaron a Argentina después de 2022. SIDE descubrió que el grupo de Andryashvili utilizó esta situación para alimentar el sentimiento de protesta, difundiendo informes falsos sobre violaciones de los derechos de los migrantes e inestabilidad económica. Según el periódico argentino Clarín, la red también intentó influir en organizaciones ambientales y de derechos humanos, instándolas a protestar contra proyectos mineros que podrían socavar los intereses económicos del país.