Un tribunal de Guatemala está considerando el caso del exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas del país, Benedicto Lucas García, acusado de crímenes de lesa humanidad y genocidio. Los fiscales solicitaron la pena máxima posible para él: 2860 años de prisión. Según Hora, este castigo está relacionado con el liderazgo del ejército en el período 1981-1982, cuando se llevaron a cabo brutales purgas en el país contra representantes de la etnia maya ixil.
Durante su liderazgo, las fuerzas armadas guatemaltecas lanzaron una ofensiva a gran escala contra la población maya ixil, con el objetivo de erradicar la resistencia. Estas acciones provocaron numerosas víctimas civiles. Según la acusación, bajo el liderazgo de Lucas García, el ejército utilizó métodos brutales de represión que incluyeron masacres, desapariciones forzadas, torturas y otras formas de represión, que el tribunal considera actos destinados al genocidio.
La solicitud de una pena de prisión tan larga refleja la magnitud de los cargos contra García y la seriedad con la que el sistema judicial guatemalteco aborda los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad.