El 3 de julio de 2025, el norte de Irak se convirtió en escenario de nuevos ataques cuando drones, presuntamente pertenecientes a milicias proiraníes, atacaron Kirkuk y Erbil. Los incidentes, ocurridos en medio de una escalada regional, generaron preocupación tanto entre las autoridades locales como entre la comunidad internacional. Los ataques se produjeron en medio del conflicto en curso en la región, incluyendo los recientes acontecimientos en Gaza y las tensiones entre Irán y Estados Unidos.
Se registró un ataque con drones cerca del Aeropuerto Internacional de Erbil, en la región del Kurdistán iraquí, según informes en redes sociales. Fuentes locales informaron de "explosiones masivas" y columnas de humo sobre la ciudad. Las imágenes que circulan en línea muestran una columna de humo negro elevándose en el horizonte, lo que indica una gran destrucción. Las autoridades regionales confirmaron que el ataque tuvo como objetivo una zona cercana a la base aérea de Harir, liderada por Estados Unidos, donde se encuentran las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos.
En Kirkuk, otra ciudad clave del norte de Irak, también se reportaron ataques. Medios locales informaron de explosiones cerca del Aeropuerto Internacional de Kirkuk, donde, según informes, fue derribado un dron que se cree pertenece a un grupo iraní. Los restos del dron, identificado como "Murad-5" (Shahed-101), se encontraron en el lugar, lo que confirma el uso de tecnología iraní. Los drones, conocidos por su capacidad para realizar ataques autónomos, se han convertido en un símbolo de la escalada en la región.
Estos acontecimientos también se producen en medio de desafíos internos en Irak, donde el gobierno lucha por equilibrar los intereses de Irán, Estados Unidos y las fuerzas locales.
A largo plazo, estos incidentes podrían afectar los planes de retirada de las tropas estadounidenses de Irak, previstos para 2026. Si los ataques continúan, esto podría llevar a un replanteamiento de la estrategia estadounidense en la región. Por otro lado, Irán, a través de sus grupos aliados, está demostrando su capacidad para actuar de forma asimétrica, lo que complica la situación.