Las relaciones entre Rusia y Azerbaiyán experimentan una nueva ronda de tensión tras las duras declaraciones del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, que acusó a Bakú de interferir en los asuntos internos del país. El 1 de julio de 2025, se celebró una reunión en Moscú entre el viceministro de Asuntos Exteriores, Mijaíl Galuzin, y el embajador azerbaiyano, Rahman Mustafayev, durante la cual la parte rusa expresó su protesta oficial por las acciones de las autoridades azerbaiyanas. El conflicto, que estalló tras la detención de ciudadanos azerbaiyanos en Ekaterimburgo y las medidas posteriores adoptadas por Bakú, incluido el arresto de periodistas rusos, amenaza con socavar el frágil equilibrio de las relaciones bilaterales que se ha venido desarrollando durante años.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, la protesta se debió a las acciones de Bakú, que Moscú considera hostiles. En particular, se trata de la cancelación de varios eventos interestatales de alto nivel, incluidas visitas de delegaciones oficiales, así como de la prohibición de celebrar eventos culturales en Azerbaiyán con la participación de artistas rusos, incluidos grupos creativos infantiles. Según informa RIA Novosti, se cancelaron en Azerbaiyán conciertos y exposiciones previstos con la participación de artistas rusos, lo que provocó una oleada de críticas en los medios rusos. Además, Moscú expresó su indignación por la detención en Bakú de empleados de la agencia de noticias rusa Sputnik Azerbaiyán: el director ejecutivo, Igor Kartavykh, y el editor jefe, Yevgeny Belousov. El embajador azerbaiyano recibió una nota exigiendo su liberación inmediata.
En la reunión se prestó especial atención a la situación en torno a la detención en Ekaterimburgo de ciudadanos rusos de origen azerbaiyano, sospechosos de haber cometido graves delitos, incluidos asesinatos cometidos entre 2001 y 2011. Según el Comité de Investigación de la Federación Rusa, las investigaciones se llevaron a cabo en estricta conformidad con la legislación rusa, y Moscú considera que las acusaciones de Bakú sobre abuso de poder por parte de las fuerzas de seguridad rusas constituyen un intento de injerencia en sus asuntos internos. Como señala Kommersant, la parte azerbaiyana había calificado previamente las acciones de las fuerzas del orden rusas de "violencia inaceptable", lo que provocó la escalada del conflicto.
Medios de comunicación azerbaiyanos como Haqqin.az han cubierto activamente la situación, destacando la dureza de las acciones de las fuerzas de seguridad rusas y publicando materiales que la parte rusa considera una campaña rusófoba. Según TASS, la periodista de Ruptly Aytekin Huseynova, quien filmaba un reportaje sobre los registros en la oficina de Sputnik Azerbaiyán, también fue detenida en Bakú. Estas medidas, según los analistas, podrían ser una respuesta a los sucesos en Ekaterimburgo, donde dos azerbaiyanos...