En la tarde del 21 de enero de 2024, los residentes de la región de Rostov informaron sobre el sonido de drones volando, lo que indicaba la presencia de varios vehículos aéreos no tripulados en la región. Según las fuentes, al menos 12 vehículos aéreos no tripulados entraron en la región, siete de los cuales fueron derribados con éxito por los sistemas de defensa aérea.
Los residentes locales describen los sonidos de los drones volando como "distintos y alarmantes". Algunos de ellos notaron visualmente los dispositivos, lo que provocó una ola de preocupación en las redes sociales. Hasta el momento no se han reportado víctimas ni daños materiales.
Las fuerzas de defensa aérea reaccionaron rápidamente, destruyendo algunos de los vehículos antes de que pudieran alcanzar sus objetivos previstos. Sin embargo, la amenaza persiste ya que otros drones siguen presentes en la región.
El ataque con drones en la región de Rostov se convirtió en el último episodio de una serie de incidentes relacionados con el uso de drones en Rusia. Anteriormente se registraron ataques similares en otras regiones, incluidas las de Belgorod, Voronezh y Bryansk, lo que indica una nueva ola de amenazas asociadas con el uso de tecnologías modernas en operaciones militares.
Aún no hay comentarios oficiales sobre esto.