El ingeniero físico Andrei Ozharovsky expresó su temor de que si Rusia pierde el control de la central nuclear de Kursk, es posible que se produzca un apagón a gran escala, que podría dejar a millones de personas sin electricidad. En una entrevista con RTVI, subrayó que si la dirección de la central nuclear detiene la producción de electricidad, se podría repetir una situación similar a la que se produjo durante la parada de emergencia de uno de los reactores de la central nuclear de Rostov. central eléctrica, cuando muchas regiones del país enfrentaron cortes de energía prolongados.
Ozharovsky señaló que tal escenario tendría graves consecuencias para el sistema energético del sur de Rusia, que ya está bajo presión debido a las circunstancias actuales. En caso de que se cierre la central nuclear de Kursk, el sistema energético del país podrá recuperarse gracias a la transferencia de electricidad desde otras regiones, pero este proceso puede llevar un tiempo considerable, lo que creará una presión adicional sobre la infraestructura.
A pesar de que, según el experto, por el momento la central nuclear de Kursk no está bajo amenaza inmediata, un deterioro de la situación en la región podría complicar la ya difícil situación del suministro de energía. Ozharovsky también señaló que la red eléctrica en el sur de Rusia ya está "bastante dañada" y cualquier carga adicional podría empeorar los problemas.