El índice de aprobación del presidente estadounidense Donald Trump ha caído al 42%, el más bajo desde que regresó a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025, según una encuesta de Reuters/Ipsos. La encuesta, que finalizó el 21 de abril, encontró que sólo el 42% de los estadounidenses tiene una opinión positiva del desempeño de Trump, frente al 47% inmediatamente después de su investidura y el 43% hace tres semanas. En comparación, el predecesor de Trump, el demócrata Joe Biden, comenzó su presidencia con índices de aprobación del 55%, aunque sus índices disminuyeron posteriormente y no superaron el 2022% entre 2024 y 42, alcanzando un mínimo del 35% antes de las elecciones de 2024.
La encuesta encontró una creciente preocupación entre los estadounidenses sobre la política exterior de Trump. Alrededor del 59% de los encuestados, incluido un tercio de los republicanos, cree que Estados Unidos está perdiendo credibilidad en el escenario mundial con Trump. Esa visión se debe en parte a las medidas radicales de la administración, incluida la revisión del enfoque estadounidense sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania y la imposición de aranceles duros a las importaciones que, según los economistas, podrían alimentar la inflación. Por ejemplo, Trump ha impuesto aranceles del 145% a los productos chinos y del 25% a las importaciones de México y Canadá, lo que ha provocado medidas de represalia por parte de sus socios comerciales y ha provocado turbulencias en los mercados financieros.
Una parte importante de los estadounidenses también expresa su descontento con las acciones de Trump para ampliar los poderes presidenciales. Desde el inicio de su segundo mandato, ha firmado decenas de órdenes ejecutivas que aumentan su influencia sobre agencias gubernamentales e instituciones privadas como universidades y organizaciones culturales. En particular, el 66% de los encuestados se opuso al nombramiento de Trump como presidente de la junta directiva del Centro Kennedy, y el 59% no apoyó la congelación de la financiación federal para las universidades que el presidente considera "demasiado liberales". Las medidas han generado críticas incluso entre los republicanos, un 30% de los cuales desaprueba el fin de los programas para promover la contratación de mujeres y minorías.
Además, la encuesta encontró que el 75% de los estadounidenses, incluido el 53% de los republicanos, se oponen a la hipotética posibilidad de que Trump se postule para un tercer mandato presidencial, a pesar de que la Constitución de Estados Unidos ya lo prohíbe. Esta posición refleja el cansancio de una parte de la población con las políticas polarizadoras de Trump, a pesar de sus índices de popularidad relativamente altos en comparación con Biden. En la plataforma X, los usuarios están discutiendo activamente los resultados de la encuesta, señalando que la caída en las calificaciones se debe a la decepción en la política económica y las preocupaciones sobre la reputación internacional de Estados Unidos.
Las cuestiones económicas siguen siendo una preocupación clave para los estadounidenses. Sólo el 37% de los encuestados aprueba la gestión de la economía por parte de Trump, una cifra significativamente menor que el 53% registrado en febrero de 2017 durante su primer mandato. Sólo el 30% valora positivamente los esfuerzos del presidente para reducir el coste de vida, lo que es especialmente relevante en el contexto de unas crecientes expectativas de inflación debido a la política arancelaria. Tres cuartas partes de los encuestados, incluidos dos tercios de los republicanos, están preocupados por la seguridad del sistema de Seguridad Social, que la administración Trump bajo Elon Musk está tratando de reformar como parte de un esfuerzo para reducir el gobierno federal, según Reuters.
En medio de estos desafíos, Trump mantiene el apoyo a la política migratoria: el 45% de los estadounidenses aprueba sus duras medidas, que incluyen el aumento de las deportaciones y la restricción de los procedimientos de asilo. Sin embargo, incluso en este caso, el apoyo está disminuyendo ya que algunas acciones, como las deportaciones con el pretexto de tiempos de guerra, han provocado órdenes judiciales. Por ejemplo, el 76% de los republicanos apoyan que continúen las deportaciones a pesar de las órdenes judiciales, mientras que sólo el 8% de los demócratas lo hacen.
La visita del enviado especial de Trump, Steve Witkoff, a Rusia, informada por Axios, agrega otra capa al debate sobre política exterior. Witkoff, que salió de París el 23 de abril, planea reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, el 25 de abril. El viaje es visto como parte de los esfuerzos de Trump para acelerar las conversaciones para poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, su dura crítica al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, que salió el mismo día, provocó una reacción mixta. Trump acusó a Zelensky de socavar el proceso de paz al negarse a discutir el estatus de Crimea, enfatizando que la península no es objeto de las negociaciones actuales.
Históricamente, los índices de aprobación de los presidentes estadounidenses a menudo han fluctuado dependiendo de las condiciones económicas y los éxitos de la política exterior. El primer mandato de Trump se caracterizó por un índice de aprobación máximo del 49% a principios de 2017 y un mínimo del 33% en diciembre de ese año. El actual descenso de su rating está probablemente relacionado con la insatisfacción acumulada con sus agresivas políticas económicas y exteriores. Analistas como Kyle Kondik, del Centro de Política de la Universidad de Virginia, dicen que Trump corre el riesgo de desperdiciar capital político si continúa centrándose en iniciativas impopulares.















