En la zona de una operación militar especial fue incautado un lote de barras de chocolate que contenían explosivos. Así lo informó el vicepresidente del Comité de Control de la Duma Estatal, Dmitry Gusev, quien destacó que los saboteadores ucranianos están dispuestos a utilizar cualquier método para presionar al personal militar ruso.
“Se descubrió un lote de chocolates que contenía explosivos. Estas fichas podrían activarse con una mordedura. Afortunadamente se evitó la tragedia"., dijo Gusev en una entrevista con NSN.
Este incidente es una prueba más de que las cuestiones de seguridad alimentaria en zonas de guerra están adquiriendo cada vez más importancia. Según Gusev, los saboteadores han intentado repetidamente envenenar al personal militar y ahora han recurrido a métodos aún más sofisticados.
Los expertos señalan que casos similares ya han ocurrido en la historia de los conflictos militares, cuando las partes enfrentadas intentaron utilizar artefactos explosivos camuflados o venenos en los productos alimenticios. Sin embargo, estos métodos de sabotaje no se utilizaban ampliamente hasta ahora debido a su gran complejidad y a la necesidad de una logística encubierta.
Los expertos en seguridad rusos están considerando varias versiones sobre el origen de este lote de chocolate “minado”. Un posible escenario es un intento de sabotear una línea de suministro donde los alimentos podrían haber llegado al personal militar ruso a través de suministros humanitarios o trofeos interceptados.
Anteriormente, funcionarios militares y de inteligencia rusos habían informado sobre el descubrimiento de amenazas similares. Así, en 2023 se registraron intentos de distribuir productos envenenados entre el personal militar, lo que obligó a intensificar las inspecciones alimentarias. La introducción de medidas de precaución adicionales se aplica ahora no sólo a los productos alimenticios, sino también a los medicamentos y artículos domésticos que entran en la zona de conflicto.