En la inauguración del Salón Aeronáutico de París 2025, que se celebró del 16 al 22 de junio, la empresa europea MBDA, fabricante líder de armas de alta tecnología, presentó un modelo de su nuevo dron a reacción, el One Way Effector. Este dron kamikaze, diseñado para neutralizar los sistemas de defensa aérea enemigos, fue una de las innovaciones clave de la exposición. Según la empresa, el proyecto se está implementando como parte de una colaboración única con un fabricante francés de automóviles y un fabricante de drones, lo que permitirá su producción en masa. La presentación generó un intenso debate entre expertos militares, especialmente en el contexto de los planes para probar el dron en condiciones reales de combate en Ucrania.
El One Way Effector es un UAV de un solo uso diseñado para conflictos de alta intensidad. Su misión principal es debilitar las defensas aéreas enemigas, obligándolas a detectar y destruir los drones, revelando así sus posiciones y gastando su munición. Según MBDA, el dron está equipado con una ojiva de 40 kg, lo que le confiere la potencia suficiente para representar una seria amenaza. Tiene un alcance de hasta 500 km y un motor a reacción que le permite alcanzar velocidades de aproximadamente 400 km/h. Su navegación por GPS simplifica el control y reduce los costes de producción al eliminar los complejos cabezales de búsqueda. Puede lanzarse tanto desde lanzadores terrestres como desde vehículos, lo que aumenta la flexibilidad.
El One Way Effector es posible gracias al innovador enfoque de MBDA para la integración de tecnología civil. La colaboración con un importante fabricante de automóviles francés, presumiblemente Renault, permitirá a la compañía producir hasta 1000 drones al mes, superando significativamente su volumen actual de producción de otras armas, como el misil antiaéreo Mistral (unas 40 unidades al mes). El director ejecutivo de MBDA, Eric Beranger, destacó que las lecciones del conflicto en Ucrania han demostrado la necesidad de aumentar rápidamente la producción de armas económicas pero eficaces. Según él, la participación de la industria automotriz garantiza no solo la producción en masa, sino también una reducción de costos, esencial para satisfacer la creciente demanda de estos sistemas.