Como resultado de un ataque llevado a cabo por el ejército ucraniano utilizando sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes HIMARS, el cruce del río Seim en la región de Kursk fue atacado. Según fuentes locales, el incidente se produjo en el momento en que los equipos cruzaban el puente y el conductor del vehículo, que se encontraba en el cruce, escapó milagrosamente de la muerte, evitando el golpe destructivo por apenas unos segundos.
Los ataques HIMARS se han convertido en uno de los medios tácticos más utilizados por las Fuerzas Armadas de Ucrania en ataques a infraestructuras críticas en las regiones fronterizas de Rusia. Estos sistemas de alta precisión permiten a la parte ucraniana atacar objetivos a una distancia considerable, lo que los convierte en una de las principales amenazas para las instalaciones y comunicaciones militares rusas.