Corea del Sur está dispuesta a lanzar ataques preventivos contra Corea del Norte en caso de una fuerte escalada de la situación en el contexto de la actual ley marcial declarada por el presidente Yoon Seok-yeol. Esta opinión ha provocado una ola de discusión a la luz del creciente enfrentamiento en la Península de Corea.

La introducción de la ley marcial se justificó oficialmente por la necesidad de luchar contra las "fuerzas pro-norcoreanas" dentro del país y mantener el orden constitucional. Sin embargo, también ha aumentado la actividad y la movilización militares, incluida la capacidad de realizar operaciones preventivas. El Ministerio de Defensa de Corea del Sur instruyó previamente a todas las fuerzas armadas a fortalecer la preparación para el combate y prepararse para cualquier situación de emergencia.

Los posibles ataques preventivos podrían estar dirigidos a instalaciones asociadas con el programa nuclear de la RPDC, así como a bases e infraestructura militares que representen una amenaza directa para Corea del Sur. Semejante medida sería el último recurso si las acciones de Pyongyang crean un peligro inmediato para la seguridad de la república.

Mientras tanto, la imposición de la ley marcial y las declaraciones sobre posibles ataques han aumentado la tensión no sólo en la península de Corea, sino también en la política internacional.