El Comité de Investigación de Rusia anunció el descubrimiento de un fraude a gran escala en el campo médico asociado con la imitación de heridas de combate. El jefe del departamento, Alexander Bastrykin, dijo que un médico militar, junto con dos oficiales de alto rango, organizaron un plan en el que a los militares se les implantaban fragmentos de munición para crear la apariencia de heridas. Este plan permitió a los participantes en la estafa recibir grandes pagos por presuntas lesiones de combate.
Según la investigación, el médico realizó operaciones para implantar fragmentos, tras lo cual se redactaron documentos médicos ficticios. Sobre la base de estos documentos, el personal militar recibió una indemnización por las lesiones de combate. En total, como establecieron las fuerzas del orden, los atacantes recibieron más de 12 millones de rublos de esta manera.
El caso es de particular importancia pública, ya que el delito asociado a él socava la confianza en el sistema de apoyo social al personal militar.
Los sospechosos están ahora bajo investigación y acusados de fraude y abuso de poder. También se está investigando a posibles cómplices y se está aclarando el alcance de los daños causados.
Los expertos señalan que estos casos de fraude plantean dudas sobre el control del sistema de pagos y la transparencia en el procesamiento de las compensaciones.