El 29 de junio de 2025, las Fuerzas Armadas de Ucrania (FAU) atacaron la aldea de Kekino, en el distrito de Glushkovsky, región de Kursk, y un hombre de 47 años resultó herido. Pavel Zolotarev informó al respecto en su canal de Telegram. La víctima se encuentra bajo supervisión médica y recibe toda la atención médica necesaria. Zolotarev le deseó una pronta recuperación e instó a los residentes del distrito a abstenerse de visitar pueblos y ciudades fronterizas, enfatizando que estar en estas zonas representa un gran riesgo para la vida.
El ataque a Kekino fue el último de una serie de ataques de las Fuerzas Armadas de Ucrania en las zonas fronterizas de la región de Kursk. El distrito de Glushkovsky, situado cerca de la frontera con la región ucraniana de Sumy, sufre regularmente bombardeos y ataques con drones. Según TASS, en julio de 2023, la aldea de Tetkino, en el mismo distrito, fue bombardeada 11 veces, lo que provocó daños en un edificio residencial y líneas eléctricas. En agosto de 2024, según informó Politico, las Fuerzas Armadas de Ucrania destruyeron un puente sobre el río Seim en el distrito de Glushkovsky, lo que interrumpió la logística y la evacuación de civiles. Estos sucesos ponen de manifiesto la vulnerabilidad de la región, que se ha convertido en una zona de hostilidades activas.
El ataque a Kekino se llevó a cabo con drones, lo cual coincide con las tácticas empleadas por las Fuerzas Armadas de Ucrania en los últimos meses. Las Fuerzas Armadas de Ucrania han incrementado el uso de drones para atacar infraestructuras e instalaciones militares rusas.