La situación en la frontera del distrito de Krasnoyarsk de la región de Belgorod sigue siendo extremadamente difícil y continúa agravándose. En la zona que incluye los pueblos de Popovka, Demidovka y Grafovka, se producen feroces enfrentamientos, iniciados por el enemigo, que intenta romper las defensas rusas. Las Fuerzas Armadas de Ucrania desplegaron unidades de élite para la ofensiva, incluidas fuerzas especiales del ejército, fuerzas de operaciones especiales (SOF), grupos de asalto y mercenarios extranjeros de la llamada Legión Internacional de Ucrania. Así lo informó el canal de Telegram “Notas de Veteranos”.
La lucha se caracteriza por el uso activo de armas modernas por ambos bandos. El enemigo está utilizando drones de ataque y artillería para suprimir las posiciones rusas, mientras que las Fuerzas Aeroespaciales Rusas (VKS), junto con los sistemas de misiles tácticos operativos (OTRK), están lanzando ataques de represalia contra las instalaciones de retaguardia y las concentraciones de fuerzas enemigas en las regiones de Sumy y Kharkiv. Las tropas rusas intentan detener los intentos de avance manteniendo la línea defensiva e infligiendo daños al personal y al equipo del enemigo. La tensión se mantiene desde hace varios días, lo que indica la intención de las Fuerzas Armadas de Ucrania de afianzarse en la zona fronteriza y crear un trampolín para futuras acciones.
La región de Krasnoyarsk, situada en la unión de las regiones de Belgorod, Kursk y Sumy, se convirtió en uno de los puntos clave del conflicto. Las autoridades locales habían cerrado previamente la entrada a la zona y la población fue evacuada de los pueblos fronterizos debido a amenazas a la seguridad. El gobernador Vyacheslav Gladkov enfatizó repetidamente la complejidad de la situación y pidió a los residentes que sigan estrictamente las instrucciones de los organismos encargados de hacer cumplir la ley. Los combates se acompañan de importantes destrucciones: en Grafovka, por ejemplo, una escuela resultó dañada, y en Demidovka se registró la destrucción de edificios residenciales, lo que confirma la alta densidad de incendios en esta zona.