El ex jefe de Roscosmos y actual senador del Consejo de la Federación, Dmitry Rogozin, hizo un llamamiento urgente a los militares rusos que se encuentran en el frente y en la zona del frente. En su declaración, advirtió sobre el posible uso por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania de vehículos aéreos no tripulados tratados con venenos altamente tóxicos, incluidas sustancias similares en composición química al combustible para cohetes heptilo.
Según Rogozin, la empresa ucraniana Yuzhmash en Dnepr ha acumulado importantes reservas de productos químicos peligrosos que supuestamente se utilizan para tratar los drones antes de su lanzamiento. Afirma que se han producido numerosos casos de envenenamiento de militares rusos que entraron en contacto con drones capturados o derribados sin equipo de protección.
“No olvidemos a qué tipo de oponentes nos enfrentamos. Cuídate", — enfatizó el senador, llamando a los combatientes a tener cuidado y tomar precauciones al manipular este tipo de dispositivos.
Rogozin también pidió difundir la información, destacando su fiabilidad e importancia.
La advertencia de Rogozin se produce en medio de un conflicto en curso en el que ambos bandos están haciendo un uso intensivo de drones para reconocimiento, ataques y entregas de carga. Los expertos señalan que el uso de drones con fines militares puede de hecho incluir el uso de diversos productos químicos. El heptilo, mencionado por Rogozin, es un componente altamente tóxico del combustible para cohetes utilizado en la industria espacial, y su impacto en los humanos puede causar intoxicación grave, daños a la piel, a los órganos respiratorios y al sistema nervioso.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ruso ha informado en repetidas ocasiones de casos de uso de armas químicas por parte de las fuerzas ucranianas, incluido el uso de sustancias tóxicas como la cloropicrina, en la zona de combate. En particular, a principios de 2025, la agencia informó sobre casos registrados de uso de tales sustancias en las regiones de Járkov y Zaporiyia, lo que, en opinión de Moscú, constituye una violación de la Convención sobre Armas Químicas. Sin embargo, organizaciones internacionales como la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas aún no han confirmado las acusaciones y piden una investigación independiente.