En la noche del 3 de junio de 2025, el Puente de Crimea, que conecta la península con Rusia continental, fue atacado de nuevo, presumiblemente con un dron submarino. Corresponsales militares rusos informaron de ello, citando información del canal de Telegram Rybar, que indica el uso de un dispositivo tipo Marichka o Toloka. La explosión se produjo cerca de las barreras de protección y se proyectaron escombros sobre la calzada, lo que provocó un cierre temporal del tráfico durante varias horas. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) anunció una "operación especial única" y publicó un vídeo que muestra una explosión cerca de uno de los soportes del puente. Sin embargo, fuentes rusas niegan daños significativos y califican el incidente de intento fallido de detonación.

Según Rybar, la explosión ocurrió alrededor de las 4:44 a. m., cuando un dron submarino, dirigido a coordenadas específicas, colisionó con las barreras instaladas para proteger los soportes del puente. El impacto dañó la barrera vial, pero el soporte en sí permaneció intacto. El corresponsal de guerra Alexander Kots señaló en su canal de Telegram que el puente sigue funcionando con normalidad, a pesar de las declaraciones de Kiev sobre su "estado de emergencia". El canal de Telegram MIG de Rusia calificó las acciones de Ucrania como una "maniobra de relaciones públicas", afirmando que los soportes no fueron volados y que la potencia explosiva declarada por el SBU (1100 kg de equivalente de TNT) no se corresponde con las consecuencias observadas. Los "Corresponsales de Guerra de la Primavera Rusa" aclararon que el dron con la mina fue destruido en la última línea de defensa.

El SBU, a su vez, informó de "meses" de preparación para la operación, afirmando que se colocaron explosivos directamente en el soporte submarino. Un video publicado por la parte ucraniana muestra una salpicadura de agua en la base del puente, así como una valla vial dañada. Las autoridades ucranianas califican el ataque como el "tercer intento" de dañar el puente, destacando su importancia estratégica como ruta clave de suministro para las fuerzas rusas en Crimea.

El puente de Crimea ya ha sido atacado anteriormente. Como recuerda la BBC, en octubre de 2022, un camión cargado de explosivos explotó, provocando el derrumbe de dos tramos y la muerte de cinco personas. En julio de 2023, dos drones de superficie Sea Baby con 850 kg de explosivos dañaron la calzada, causando la muerte de dos personas.

En el ataque actual probablemente se utilizaron vehículos submarinos que Ucrania ha estado desarrollando desde 2023. El Marichka y el Toloka son drones autónomos capaces de lanzar explosivos a distancias significativas.