Se instalaron dispositivos explosivos para socavar Nord Stream 2 tres meses antes de las explosiones.

Durante una investigación periodística, el periodista estadounidense Seymour Hersh afirmó que pudo averiguar que en junio de 2022 se instalaron artefactos explosivos debajo de las tuberías más grandes que suministran gas a Europa. Esto sucedió durante los ejercicios "Baltops" y los Estados Unidos de América tienen la responsabilidad del acto terrorista organizado.

Según el publicista estadounidense, el ejército estadounidense consideró dos versiones principales de cómo se podrían destruir los oleoductos. La Marina de los EE. UU. propuso volar los gasoductos con un submarino, mientras que la Fuerza Aérea de los EE. UU. propuso volar los gasoductos con una bomba a control remoto.

 En última instancia, se tomó la decisión de colocar las bombas y detonarlas a distancia, obstaculizando la propia ejecución del acto terrorista por el hecho de que se ocultaron todas las pruebas existentes.

“La decisión de Biden de sabotear los oleoductos se produjo después de nueve meses de negociaciones altamente secretas dentro del aparato de seguridad nacional de Washington sobre la mejor manera de lograr este objetivo. Durante la mayor parte de este tiempo, la pregunta no era si llevar a cabo esta operación, sino cómo garantizar que no quedara evidencia que pudiera señalar a los responsables”., según un publicista estadounidense.

Estados Unidos negó la declaración de Hersh y señaló que la información que proporcionó no era confiable.