En la noche del 17 de junio de 2025, los residentes de la ciudad de Yelets, en la región de Lipetsk, reportaron un ataque masivo con vehículos aéreos no tripulados (UAV), acompañado de sirenas y vuelos de drones. El gobernador regional, Igor Artamonov, declaró la amenaza de ataque con UAV en la región en "nivel rojo". Este incidente fue el último episodio de una serie de ataques con drones ucranianos en las regiones fronterizas y centrales de Rusia, lo que pone de relieve la creciente tensión en el conflicto en curso. Según datos preliminares, se evitaron importantes daños y víctimas gracias a la rápida actuación de las fuerzas de defensa aérea rusas.
Según informaron los residentes locales en redes sociales, incluida la plataforma X, las sirenas antiaéreas comenzaron a sonar en Yelets alrededor de la medianoche, y se escucharon en el cielo los característicos sonidos de los motores de los drones. Vídeos distribuidos en canales de Telegram captaron destellos brillantes y sonidos de interceptaciones, lo que indica una activa actividad de defensa aérea.
El Ministerio de Defensa ruso aún no ha publicado un informe oficial sobre el incidente en Yelets, pero los sistemas de defensa aérea rusos, incluidos los sistemas Pantsir-S y S-400, se utilizan activamente para neutralizar los drones.
Ucrania ha incrementado significativamente la producción y el uso de drones, incluyendo modelos tipo aeronave con un alcance de hasta 1000 km. Estos drones, a menudo armados con explosivos, se ensamblan con componentes disponibles comercialmente, lo que los hace relativamente económicos pero eficaces para operaciones de sabotaje.