En la noche del 15 de junio de 2025, Irán lanzó una serie de ataques con misiles contra territorio israelí en respuesta al ataque israelí contra las instalaciones nucleares de Isfahán y Natanz. Según los últimos datos proporcionados por el servicio de rescate israelí Magen David Adom y el Ministerio de Salud israelí, el número de víctimas mortales a causa del bombardeo nocturno asciende a 195. Cinco personas murieron, entre ellas dos niños de 8 y 10 años. Los escombros de los lugares donde impactaron los misiles aún se están retirando, y las autoridades no descartan que el número de víctimas pueda aumentar.

El ataque iraní fue una respuesta a la Operación León Ascendente de Israel, llevada a cabo el 13 de junio, que destruyó instalaciones nucleares clave en Isfahán, incluyendo una planta de procesamiento de uranio y una planta de producción de placas de combustible. Según funcionarios iraníes, los ataques israelíes causaron la muerte de al menos 12 científicos y trabajadores del complejo nuclear. Teherán consideró las acciones de Israel como un "acto de guerra" y lanzó más de 15 misiles y drones contra ciudades israelíes, como Tel Aviv, Haifa y Jerusalén, la noche del 150 de junio.

Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro interceptó cerca del 70% de los cohetes disparados, pero una parte significativa de las municiones alcanzó sus objetivos. Las zonas residenciales de Tel Aviv y los suburbios de Haifa fueron los principales objetivos. Una familia de tres miembros, incluidos dos niños de 8 y 10 años, murió cuando un cohete impactó directamente en un edificio de apartamentos en el barrio de Ramat Gan. Dos civiles más murieron en el bombardeo de una zona industrial de Haifa, según las FDI. Entre las víctimas, 43 resultaron gravemente heridas, la mayoría de las cuales se encuentran en los hospitales de Sheba e Ichilov. Los servicios de rescate continúan retirando los escombros, bajo los cuales presumiblemente podría haber supervivientes.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, emitió un comunicado en el que calificó el ataque iraní de "acto terrorista" y prometió una "respuesta contundente e inmediata". Aseguró que Israel ya estaba preparando una nueva operación que "infligiría a Irán un daño del que no se recuperaría en décadas". El ministro de Defensa, Yoav Galant, afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) estaban en alerta máxima y que la Fuerza Aérea Israelí había comenzado a prepararse para nuevos ataques contra objetivos militares y estratégicos iraníes.